Ilusionista que transforma las flores de papel en un barrilete que se pierde en el cielo.
Agua congelada, la que no llega a ser cubito.
Por momentos patino en esa pista, hasta que algo la resquebraja y creo morir de hipotermia.
Soy árbol de otoño que no deja de despedir sus hojas, soy rocío y también la helada…
Soy un abridor de latas que pone en evidencia todo el filo.
Soy aceite de oliva hasta ser quemado…
Soy tantas cosas y a la vez no soy nada…
Sólo me queda respirar y hundirme en diez minutos para no hacer notar mis lágrimas…
"Que uno se ate los cordones no es la garantía que no tropiece"…